lunes, 31 de marzo de 2014

Oda a la cerveza

Oh si! Queridos lectores y lectoras.  El día de hoy, desde el rincón mas recóndito de cualquier taberna, escribo porque quisiera darle seguimiento a uno de los temas más hablados por el ser humano o, mejor dicho, aquel que provoca las grandes reflexiones de todos los tiempos.

El vino, la cerveza, el mezcal, o como quiera llamarle, da origen a los pensamientos mas ridículos y sublimes desde que el hombre es hombre, es decir, desde que lo inventó. Y es que, no se trata de hacer una falsa apología al alcoholismo, ningún vicio es virtud, hermanos y hermanas mías. Estoy hablando de la esencia pura que provoca degustar y dejarse llevar plenamente por el verdadero aroma de estas bebidas, que nos llevan a las más profundas tertulias de nuestra existencia.

No es necesario ser un gran escritor, filósofo o poeta contemporáneo. Ni tampoco la persona más culta de la tierra. Un buen trago de cerveza junto a una gran compañía es lo que nos genera la inspiración que nos lleva a convertirnos en los grandes sabios que, el otro u otra, espera.  La razón por la que nos reunimos a beber un trago , es porque este trago aligera el sentimiento y aflora las ideas, fluye nuestra reflexión y, por tanto, nuestra capacidad de insight se potencializa; de esta manera, somos capaces de reconocernos o ser reconocidos por el otro u otros.

El otro día me encontraba platicando con unos amigos de todo y nada, temas con toda la trascendencia que pueden tener a la luz de un buen trago y exquisita comida. Cada quien, llega a conclusiones diferentes sobre un tema, pero por medio de la palabra, nos volvemos capaces de entender por fin lo que esta en nosotros, o, al menos, una luz de ese oscuro pasaje nuestro que se postra cual sombra todo el tiempo y somos incapaces de ver porque estamos acostumbrados a su existencia.  En ese sentido, el vicio es esta sombra que nos asecha y de la cual estamos acostumbrados, simplemente nos hemos acostumbrado. Y, sin embargo, basta la copa bebida en una ámbito de camaradería y la palabra (nuestra o ajena) para que se asome la virtud y veamos la sombra, no resuelve nada, pero sí nos lo hace ver.
Existen miles de razones por las que nos juntamos con una o varias personas, desde aflorar sentimientos hasta las reflexiones y proyectos más increíbles que podamos imaginarnos. La cualidad de un buen trago de cerveza con nuestro amigo, amiga, pareja, es justamente que nos permite soñar y llevar al infinito nuestras más grandes ambiciones que permanecían ocultas. 

Indudablemente , una cerveza no tiene vicio y es noble, porque no es fin en sí, el fin es la plática y la apertura, el diálogo: la cerveza es el medio. Así nació una idea, un blog, un video... así nació el hombre.

MERLEAU-PONTY

lunes, 24 de marzo de 2014

De los universos paralelos y otras interpretaciones

Que tal , queridos lectores y lectoras, el día de hoy me dirijo hacia ustedes para tratar un tema o varios que son relativamente sujeto(s) a una inmensa polémica y que tiene una o más vertientes o caminos de discusión. Bien es cierto que cuando un expone su opinión sobre cualquier tema hacia un determinado grupo, lo que esta haciendo es caminar sobre un ángulo de un problema X, lo cual no significa que sea un verdad absoluta, sino simplemente estamos hablando de una línea o un vector que se expande en diferente sentido a otros (u otras lineas de opinión) cuyas verdades pueden resultar igualmente válidas.



Sin embargo, esto nos lleva a un relativismo y a una filosofía del puede ser. Es decir, puede ser que en este lado de la tortilla tú tengas razón y , sin embargo, del otro lado estas totalmente equivocado. Interesante cuestionamiento que se le hace a las filosofías relativistas, porque el hecho de que todo dependa de el crista con que se mira, invalida todo conocimiento o, por el contrario, afirma todo el conocimiento sin necesidad de un ejercicio puntual para comprobar o no los hechos.

En otras palabras, sería un ejercicio ocioso de los científicos el tratar de comprobar las teorías o hipótesis, si todo dependiera de la perspectiva de una grupo social, una realidad momentánea o una opinión. Lo anterior no quiere decir que la verdad sea inamovible, inclusive, la postura de este espacio es que la verdad es meramente un constructo social; más aún, la verdad científica parte de hechos científicos observados por imperfectos seres humanos cuya realidad van transformando conforme las demandas y descubrimientos de la época. 

Dicho lo anterior, me gustaría cuestionar a grosso modo, sobre los famosos universos paralelos tan de moda en nuestros tiempos. El Doctor Bojalil (Da nathing box, 2013), catedrático y emérito reconocido, en una de sus famosas tertulias de los viernes, sostuvo (en palabras similares) que es posible que nos estemos enfrentando  a la existencia de varios universos o realidades paralelas que son independientes entre sí. Lo anterior, nos habla, si no me encuentro equivocado, de lo que es conocido como multiuniverso

En términos generales, dentro del multiuniverso se encuentra todo, cada universo paralelo, el tiempo, el espacio, todas las formas de materia y energía , todas las leyes conocidas y no conocidas; en resumen, las fluctuaciones de materia y energía conviven y forman parte del mismo.  Un clásico ejemplo de como podemos entender mejor estos postulados es el cuando es lanzado un dado y nosotros, al estar situados en este universo, somos capaces de ver una de las caras; la mecánica cuántica determina que la probabilidad de que salgan todas las caras es del 100%, puesto que en cada universo salió una cara distinta. Asimismo,  la teoría de Hugh Everett, considera que el tiempo es una mera ilusión, los universos en sí son estáticos, la sensación que tenemos existe gracias a las múltiples configuraciones de la materia que periten definir el tiempo como una secuencia entre cada uno de estos universos.

De acuerdo a Werner Heisenberg, existe un límite fundamental  en la precisión con la que ciertos pares de propiedades físicas de una partícula pueden ser conocidas de una forma simultánea. Este principio de entrelazamiento, nos indica que dos partículas subatómicas que estaban a años luz de distancia, podrían responder al giro de cada una.

El gran problema, mis queridos lectores y lectoras, es que nos adentramos al espinoso mundo de la ciencia y del conocimiento científico, en el que el conocimiento empírico es parte fundamental.  De esta forma, a quien hoy leen, considera hasta cierto punto una teoría relativista y con el gran detalle de que todo lo explica la teoría; es decir,  el último ejemplo citado de las partículas subatómicas puede encajar perfectamente en la teoría, sin embargo, al mismo tiempo enfrenta el problema de tratar de demostrar una teoría que, por definición, busca su legitimidad en algo metafísico, en algo que no esta en este mundo. 

He ahí la gran ilusión del problema, que en un mundo material estamos tratando de explicar cuestiones que se escapan de la materialidad. En este sentido, las mismas hipótesis carecen del criterio de falsacionismo, por lo que caen en espacio de la pseudociencia y por tanto, no son verificables. Un ejemplo de lo anterior es como se sostiene que el espacio físico puede tener seis o más dimensiones, en lugar de tres, lo que embona perfecto y crea una consistencia matemática con la teoría. Tal parece, entones, que se adapta o se ajusta la teoría, el gran cuestionamiento surge debido a que no podemos observar dichas dimensiones. 

En otro sentido, si nos dirigimos al plano filosófico, la existencia de diferentes realidades puede parecer una alternativa en nuestro pequeño cosmos. Tal parece que , en nuestra cotidianeidad, cada una de las decisiones que tomamos y, de aquellas que toman otros, afectan en cada segundo la construcción de nuestro mundo. ¿Qué pasaría si se hubiera tomado otra ruta?.   El tema, es que para términos prácticos, el supuesto, no existe ni en este ni el otro mundo, puesto que en el otro mundo es un hecho también. La alternativa deja de ser un supuesto. 



¿Que harías diferente si tuvieras la oportunidad de cambiar algo? Quizá la pregunta es ciertamente tramposa, porque no podemos visualizar la pintura completa, una decisión mala puede desencadenar buenas decisiones a futuro y viceversa. En lo que si concuerdo, es que el tiempo es una ilusión, lo medimos, pero es una sucesión continua de acontecimientos..

MERLEAU-PONTY

lunes, 17 de marzo de 2014

La improvisación

Estimados lectores y lectoras,
Este lunes, propongo sostener esta breve tertulia con un tema que me pareció interesante abordar a raíz de las experiencias propias y, también, ajenas de la vida. Y es que el arte de la improvisación es una de las actividades más complicadas de llevar a cabo puesto que, esencialmente, no debe ser evidente al ojo común; es decir, no debe parecer no-planeado.


En lo no-planeado, sin duda alguna, radican las más dulces y amargas aventuras del ser humano. Simplemente, no espera todo un mundo por descubrir, no existe nada dictaminado y todo se reduce la no expectativa de las cosas, solemos expresarlo como el fluir de un río.  Esta idea romántica genera usualmente un correr de adrenalina en los individuos y nos volvemos de alguna manera unos símiles de Indiana Jones, exploradores dispuestos a enfrentar "lo que venga". 

Sin embargo, mis queridos y queridas lectoras, he de decirles que una de las premisas de esta espontaneidad hacia la vida es, por increíble que pueda parecer, precisamente el estar preparado para ello. Es decir, para que algo no-planeado surja como elemento en el camino de cualquier persona, es necesario que dicha persona espere lo inesperado.  Aparentemente es una contradicción  al nivel más básico de la filosofía y de la lógica elemental. 

Lo anterior, no quiere decir que algo no-planeado carezca del elemento sorpresa, por el contrario, ése elemento es lo que hace diferencia de lo que esperamos, puesto que técnicamente lo inesperado es básicamente el resultado de ese grado de probabilidad (o espera) y lo que ,de hecho, sucede (como de facto). Un claro ejemplo, es ese viaje que no planeas y de pronto piensas en el hospedaje o en las actividades que vas a  hacer.  En este caso, en realidad estas dispuesto o dispuesta a correr el riesgo que implica no encontrar hotel o simplemente conocer solo algunos cuantos lugares de aquel lugar que decidiste en una tarde ir a visitar.  La variante es que, suponiendo, si viajas en coche entonces seas remolcado o, mientras duermes, algunos ladrones se lleven los tapones de las llantas.

Siempre existirán sorpresas, te apegues o no a un plan determinado, lo que hace emocionante es que cuando actuamos espontáneamente todo resulta una aventura. Soy un convencido de que en esta vida que fluya la adrenalina es fundamental para abrir tus sentidos a nuevas experiencias; el orden generalmente nos lleva a cerrar los caminos y sólo transitar por el que consideramos , sino seguro, el conocido. Los nuevos caminos, por otra parte, si bien están llenos de riesgos, pueden también tener o no satisfacciones inesperadas y son éstos últimos, los que generalmente traen este color de experiencia a nuestras vidas, inclusive aunque la experiencia no sea del todo positiva. 

Retomando el ejemplo de ese viaje improvisado en donde una grúa se pudo haber llevado tu coche, es muy probable que para la siguiente experiencia, decidas retomar lo "tradicional" y asegurar tu hospedaje o meter el carro en un estacionamiento o cualquier otro camino seguro. Sin embargo, fue la experiencia de lo nuevo lo que te hace tomar ese nuevo andar o, bien, regresar a las antiguas formas.  Es por esto que es tan importante salirse del guión de vez en cuando, quizá lo retomemos, pero el permanecer en una misma historia no hace perder las posibilidades alternas.  Al mismo tiempo, les digo, que para poder salirse del guión hay que tener la virtud de esperar lo inesperado, de actuar bajo condiciones nuevas y adaptarse a los cambios no-planeados.


MERLEAU-PONTY

lunes, 10 de marzo de 2014

Ayúdeme a ayudarlo

Estimados lectores y lectoras, el día de hoy me gustaría proponer un tema clásico de la vida cotidiana del mexicano o, quizá, muy propio de las culturas pintorescas y con sabor latino. Recientemente, sufrí la experiencia (nuevamente) de haber sido detenido por la ley y, les aseguro, que no es que continuamente cometa infracciones o, inclusive, exista un motivo real para ser detenido.  Sin embargo, he de confesar que en las ocasiones que justamente debí haber sido sancionado no lo fui, por exceso o escasa honestidad, el caso es que simplemente no se hizo justicia.

Así, llego al punto medular de esta tertulia.  Hans Kelsen definía como justicia el dar a cada quien lo que le corresponde, un término por demás exacto y, al mismo tiempo, que no se lleva a la práctica puesto que la justicia no deja de ser un tema de percepción y, al final, un juicio de valor. Se esta acostumbrado a ser "más vivo" que la justicia, es decir, a buscar recoveco en los límites de la convivencia social.  Por ejemplo, cuando alguien es detenido por una falta administrativa (pasarse un alto, hacer del baño en la calle, dar una vuelta prohibida, etc.) , el "agravante" suele justificar su conducta y negociar el perdón de la autoridad y, por otra parte, la autoridad (cuya facultad no es negociar) entra en el juego y se convierte en juez. 



Esto es , queridos lectores y lectoras, un claro ejemplo de lo que es la justicia. La justicia es un término que esta bajo el marco de quien la aplica, sea una sociedad o un individuo a nombre de la sociedad. La justicia cotidiana no tiene ni jueces ni tribunales, se negocia en las calles bajo el precepto moral de los implicados en determinado acto. Por ejemplo, policías de la ciudad han declarado que muchas ocasiones le inventan delitos a los delincuentes para que no salgan rápido de la cárcel. Lo anterior, habla de lo que es un aparato de justicia que la misma sociedad burla, es una burla que no exista una sanción adecuada, una burla que falseen una declaración y otra burla más que, a pesar de todo, nadie salga debidamente castigado.

Alguna vez mencioné que el término justicia es realmente subjetivo y más para el que la clama. Una de las grades críticas que sostengo es que muchas veces pedimos justicia siempre y cuando no se aplique a uno mismo.  Una situación clásica es la del famoso alcoholímetro, puesto que sentimos que es injusto que nos suban como delincuentes cuando existe mucho "ratero" en la calle suelto. Es verdad, mis estimados, pero una cosa no tiene que ver con otra, pues el hecho que haya gente cometiendo delitos graves no nos da derecho en cometer faltas administrativas o delitos menores. Como dije anteriormente, justicia mientras no me afecte



El meollo del asunto es , sin duda alguna, que el término es complejo de aplicar en la vida diaria. Dado que es natural el sentimiento de revancha cuando somos dañados por algún tercero. Es por eso que el ser humano creo las instituciones y las leyes, para evitar que seamos presa de esos sentimientos revanchistas. Tal es el caso de los justicieros, que no dejan de ser más que hombres y mujeres motivados por una necesidad de que les sea reparado el daño que sufrieron en algún momento de su vida, no es reparar el tejido social, es una constante búsqueda de tomar el lugar de ese aparato o esa figura ausente que pudo haber evitado sufrir el daño del que ha sido objeto.




MERLEAU-PONTY




lunes, 3 de marzo de 2014

De los sublime a lo ridículo

Nuevamente les saludo mis queridos lectores y lectoras para otra lectura bohemia en Da nathing box, un espacio de reflexión y un rincón de libre expresión.  En esta lectura me gustaría tratar sobre aquellas cosas que suelen suceder y nos llevan a lo más alto de la cúspide o, bien, a lo más bajo de las tristes realidades, al inframundo de la acción. 

Sin duda alguna, como sociedad mexicana tenemos un bagaje cultural lleno de escepticismo, un pensamiento mágico propio de nuestra cultura y grandes "traumas" históricos han conformado al mexicano de hoy en día.  En este sentido, no podemos abstraernos de lo que es nuestra sociedad, por más destacados que podamos ser en diversos planos, al vivir (en todo el sentido de la palabra) y ser educados en esta patria, hemos adoptado y más aún interiorizado la cultura propia de nuestro hábitat. 

En otro capítulo, hablamos sobre la profecía autocumplidora, el famoso "algo malo va a suceder". Pues ni más ni menos nos enfrentamos día a día a nuestras supersticiones personales y culturales. Un ejemplo muy banal, es el caso de los penales. 

Muchos de nosotros crecimos con el estigma de que los mexicanos no sabíamos ganar en los penales y, claro, la historia y la estadística son muy claras: "siempre" perdíamos. ¿No creen lectores que este pensamiento colectivo llegaba a las concentraciones de los futbolistas?, ¿cómo es que un García Aspe con 5 años de carrera y sin haber fallado un penal, termine fallando aquel contra Bulgaria en el mundial de 1994?.   Y, sin embargo, con el paso del tiempo este estigma fue vencido, al empezar a entrenar las habilidades psicológicas sobre, inclusive, las técnicas.  Hoy en día, el gran estigma es el famoso "quinto partido".



Con base en este ejemplo histórico, podemos empezar a entender parte de lo que nos compone como sociedad. De forma increíble somos capaces de generar tecnología de punta, nuestros (porque son parte de nuestra sociedad) estudiantes hoy en día presentan proyectos de clase mundial, pero somos incapaces de ser eficientes en los trámites administrativos. Día el comercial, ¿si se puede o no se puede?. 

En este breve ejercicio anatómico de la cultura mexicana, sin duda alguna faltan muchos elementos. El México moderno aún tiene una cultura, a todos los niveles, muy supersticiosa y tendemos a dejar mucho a la suerte (o no planificación) proyectos. Para muestra, tenemos lo mismo una reforma de telecomunicaciones aprobada en 15 minutos y esperando que por arte de la casualidad exista una apertura en este sector. O, por otro lado, un equipo de basketball que se forma de talentosos jugadores pero puedo afirmar en este espacio que no existe un equipo atrás de ellos listos para tomar la estafeta. Lo mismo la suerte nos llevó al mundial de Brasil y será la misma fortuna la que nos saque de él, pues un proyecto sin pies ni cabeza termina siendo nada.

El reto, mis estimados lectores y lectoras, es dejar de lado esta superstición, este quinto sol que destruirá nuestras obras, como sociedad, el trauma histórico del conquistado.

MERLEAU-PONTY