lunes, 28 de julio de 2014

La enfermedad normal

De tal suerte que ha llegado otro lunes más en Da nathing box, el recientes días había pasado por alguna de estas etapas reflexivas sobre el papel que tenía en el mundo.  Si realmente me encontraba en el lugar adecuado y con la gente adecuada, o solamente las circunstancias me iban guiando cual lazarillo.  Y es que en realidad, la frase de "antes de diagnosticare depresión o baja autoestima, asegúrate de no estar rodeado de idiotas"  se convierte  en una tremenda realidad que indudablemente afecta al ser humano. El efecto pigmaleón es prueba inequívoca de ello, puesto que el entorno puede reconocer tus virtudes y , por consecuencia, te desarrollas o, bien, puedes ser víctima de su mediocre influencia y no se más que un ente más cuyos intentos se vuelvan estériles ante la falta de capacidad de quienes te rodean.



Por su puesto que, además del ambiente, lo que trae uno dentro de sí  es totalmente influyente. Aunque por otro lado, está reflexión sobre la gente que nos rodea me resultó por demás interesante ya que convivir con las pasiones humanas puede ser un ejercicio desgastante, hay que reconocerlo.  Lejos de hablar sobre el tipo de personalidad que existe, puesto que es algo lejos del objeto de este post, me gustaría puntualizar que los "locos" (como se le conoce popularmente) no se encuentran necesariamente encerrados en un manicomio o en una cárcel, es más, éstos son catalogados típicamente como los que "imaginan cosas" o sufren de delirios inentendibles; los que roban, violan, secuestran, son criminales y tienen otro tipo de encierro.

Hablando del loco común, del que te encuentras en la calle, puedo decir que son bastante más aceptados puesto que tienen cierta capacidad para adaptarse a situaciones normales. Si es que existe algo "normal". Éstas personas entran más en un esquema de "idiotas, imbéciles, déspotas, narcicistas, enviosos, egoistas, agresivos, volubles, perfeccionistas, coquetos.." y demás características que cada uno quiera encontrar para sus familiares, compañeros de trabajo, colegas, etc. Aún así, la idea no es descartar a nadie, puesto que caras vemos, patologías no sabemos.  Sería muy interesante analizar a estos personajes, cuyas obsesiones e inseguridades nos vuelven como tal..locos.

Así pues, el aspecto medular al que me gustaría llegar es que lo "normal" es una variación de la enfermedad mental como tal, es decir, digamos que un conjunto de "locos" se puso de acuerdo para definir la normalidad, lo cual no quiere decir que esa normalidad no sea enfermedad.  Por ejemplo, hay lugares de trabajo en donde "lo normal" esta basado en una cultura explotadora, en ser inflexible y, pocas palabras, tener esclavizado al trabajador.  El resultado generalmente nos lleva  a altos índices de rotación, ausentismo y el desarrollo de una capacidad del sometido para darle la vuelta a la regla.  Otras culturas , tienen la jerarquía muy  marcada, es "normal" que la voz de un jerarca define el rumbo de una organización y la rebeldía es seriamente castigada.

La locura no se puede encontrar en estado salvaje, decía Focault, la locura no existe sino en una sociedad, ella no existe por fuera de las formas de la sensibilidad que la aíslan y de las formas de repulsión que la excluyen o la capturan"

MERELAU-PONTY

lunes, 21 de julio de 2014

Las mujeres hablan más...

La experiencia empírica y propia de lo cotidiano, nos lleva la conclusión que hoy nos trae a esta lectura: las mujeres hablan más que los hombres. Más allá del contenido de una conversación, la aseveración puede ser bastante lógica; sin embargo, queridos lectores y lectoras, puedo apoyarme del clásico y conocido principio del que , no porque las premisas sean correctas, nuestro razonamiento lo es. En otras palabras, no necesariamente nuestras conclusiones son verdaderas.

Después de esta pequeña nota, retomo la cuestión sobre el habla y sus diferencias entre género. El problema de la comunicación humana, puede radicar muchas veces en el estilo que cada uno de nosotros tiene para expresar una idea.  El hombre, se caracteriza principalmente por reafirmar su independencia, mientras que  la mujer tiende a proteger la relación. Lo anterior, típicamente se expresa en la clásica negación a solicitar instrucciones u orientación , puesto que esto significa una amenaza para la independencia.  Por otro lado, en la búsqueda de establecer vínculos, la mujer tiende a consultar con mayor frecuencia muchas más decisiones.






Esto resulta por demás interesante, puesto que en nuestras conversaciones cuando nos relacionamos más íntimamente, las mujeres suelen interpretar el no consultar como una falta en la intimidad y esta relacionado con el vínculo. Cuando, por otro lado, el hombre lo percibe como una amenaza a la independencia.

Otra de las características interesantes en el tema de la comunicación es cuando se transmiten ideas sobre una problemática.  Generalmente, el hombre puede acercarse a la mujer en busca de apoyo emocional en lugar de una solución o sugerida solución para cualquier situación conflictiva. Inclusive, el rol que adopta el hombre es buscar darle solución a los problemas que pueda enfrentar la mujer, mientras que la mujer esta empatizando.

Estudios respecto al estilo de comunicación, encontraron un grupo de niños en preescolar tienden a ser activos y viajan en diversos temas de conversación. Las niñas, por su parte, tienden más a solo sentarse y charlar.  Vinculando un poco la afirmación inicial con los estudios, efectivamente las mujeres hablan más pero dependiendo el contexto, puesto que tienden a hacerlo  en ambientes más de confianza e íntimos, versus los hombres que buscan hablar más en ambientes que pretenden dominar, puesto que se consideran estos espacios lugares propicios para mostrarse.



Queridos lectoras y lectoras, probablemente les llego a la mente experiencias personales y no tan personales, solo aclarar que todo lo anterior debe considerarse en cuestiones regulares de comportamiento, excluyendo aquellas personalidades cuyos trastornos generan un habla excesiva o disfuciones del habla.

MERLEU-PONTY

lunes, 14 de julio de 2014

El ocaso de los ídolos

¿Es el hombre tan sólo un error de Dios? o ¿Dios es un error del hombre?.. y es que a lo largo de la historia, el ser humano se ha empeñado en crear a estos ídolos o dioses míticos que dan origen y sentido a la existencia humana.  Entre más pasa el tiempo, son mayores sus atribuciones, crece su poder y toman fuerza en las sociedades; sin embargo, al mismo tiempo, esa fuerza se alimenta por aquellos sacerdotes que no paran de enriquecer al mito, quizá, hacerlo más grande de lo que fue, pues los testigos tendrán poca memoria, recordarán lo que les dicen que recuerden y los que nunca los vieron, viven del mito, escuchan esas narraciones extraordinarias de los sacerdotes.


Lo anterior, muy apropósito de como terminó el reciente mundial de fútbol. Gran parte de nosotros se consternó al ver la forma en que una "despiadada" Alemania, aplastaba a un frágil Brasil. Nada que ver con lo que la historia de este equipo , en el deporte en general, se merece. Lo que se consideraba como un referente en la historia de este deporte, en cómo disfrutar cabalmente aún en los momentos de presión, se terminó. Simplemente no quedó nada de esta historia y junto con las esperanzas de un pueblo enteró, fueron enterrados los ídolos y su historia: Pelé, Garrincha, Zico, Ronaldo, Romario...quedarón enterrados. Ahí es que justo nace el gran problema, vincular la historia del deporte con la historia de la nación, jugar en cada pelota, la patria.  La gran tragedia Brasileña se gestó desde que decidieron realizar una copa del mundo como plataforma política , como gran escaparte al mundo.

El día de hoy, no queda más recoger las cenizas de este pueblo, nunca estuvieron con posibilidades reales de sostener esta gran mentira, Brasil no es más que un espectador más y, aunque hubieran ganado la copa este país seguiría tan endeudado con su sociedad como siempre, ahora, una deuda más a todo lo social: el fútbol. 

Quizá para el pueblo Argentino, no existirá una explicación o un consuelo de lo que pasó en la final contra los Alemanes. Messi estaba en la vista de todos para consagrarse como la figura que todos esperan, un Maradona (considerado un dios) estaba por brillar y, sin embargo, no pasó nada. El ídolo fue impuesto por esos sacerdotes ávidos de adeptos, cuya necesidad de crear una figura mediática ha sobrepasado al ser humano. Es aquí cuando me refiero a todos esos sacerdotes que evidentemente viven del enaltecimiento exagerado de los ídolos del fútbol.


Y el ocaso se dio justamente con un equipo de fútbol completo de grandes deportistas pero que no dejan de ser un equipo. Volviéndose un ejemplo de que el todo siempre será más que la suma de las partes, un equipo unido es capaz de vencer a cualquier rival en los momentos importantes, mientras que figuras reconocidas sólo serán capaces de vencer gracias a esfuerzos individuales en competencias irrelevantes.

La lección que nos dejan estos simbolismos del deporte, sin duda un reflejo social, es que los grandes ídolos no nacen, se hacen o, mejor dicho, se construyen. Existen grandes deportistas admirados por todos, pero lo que los convierte en ídolos son esas plataformas expuestas por sus sacerdotes;a saber, periodistas , cronistas e instituciones (FIFA).  La caída de estos grandes ídolos se dio cuando no dependió de una gran figura mediática el dominio o la coronación de un equipo de fútbol, fue un trabajo colectivo y que no se gestó 6 meses atrás lleno de improvisaciones.

Lo anterior, me regresa a la pregunta que dio inicio a este blog.. ¿Es el hombre tan sólo un error de Dios? o ¿Dios es un error del hombre?..



MERLEAU-PONTY

lunes, 7 de julio de 2014

#noerapenal ..la abitrariedad de la justicia

Sin lugar a dudas uno de los temas más controversiales y objeto de análisis constante es el tema de la justicia deportiva. En todos los deportes, incluyendo aquellos que usan la tecnología para juzgar acciones propias del juego, los árbritros son sujetos al escrutinio público. El tema de la justicia en sí, resulta algo por demás complejo de sopesar dado que el mismo término tiene ciertas vertientes y se encuentra ligados a cuestiones éticas que hace mayormente complicado definir el término en cuestiones prácticas.



Ahora bien, decía Eduardo Galeano que ,el arbítro por definición es arbirtrario. Generalmente se tratan de establecer reglas , protocolos complejos, puntuaciones, etc, para determinar la calificación de ciertas acciones. Al final, todo no deja de ser cuestion de apreciación por más objetivo que pretenda ser la justicia, en el deporte, como en la vida, hay un innegable componente psicológico que influye en la toma de decisiones y, por ende, en la justicia.

Por citar un ejemplo,  en todos los deportes se hablan de las jerarquías, que hay cierto beneficio a equipos de tradición o exponentes individuales de peso específico en cada uno de sus deportes. Los árbitros, por más honestos y apegados a valores , no se encuentran exentos de ser influenciados por el ambiente o la historia. Lo anterior, termina influyendo en el componente emocional de una persona o un grupo de personas encargadas de impartir justicia; a saber, la situación en si puede genera un estrés que pueda provocar bajos niveles de concentración y , por tanto, tendencia a cometer más fallas en el juicio. Además, el sistema de creencias propio es un factor clave al momento de tomar una decisión,  tal es así que, en el fútbol exiten árbitros que permiten mayor contacto físico que otros, cuando en teoría el arbitraje debería ser parejo en todas partes.

Asimismo, otros factores ambientales como el clima y el lugar en donde se encuentre el árbritro en sí, influyen directamente en la toma de decisiones. Quizá el penatly que le marcaron a Neymar contra Croacia resulta a la vista de todos una cuestión totalmente injusta; pero para el ábitro, en el entendido que no existe favoritismo explícito, era un jalón clarísimo dentro del área. Lo marcó porque efectivamente le pesó la historia, la playera del anfitrión, las condiciones del juego, el público y, muy importante, la falta de preparación psicológica para ese momento. Lo mismo en el penal marcado a Robben contra México.  Los seres humanos, queridos lectores y lectoras, no podemos ser objetivos al momento de emtir un juicio, esto es un clásico error de atribución.

Y no podemos ser objetivos, porque entra nuestra subjetividad para emitir los juicios. Los jucios, al final, son de valor. Son de valor puesto que estan basados en una serie de preceptos éticos y prejuicios (o conjeturas logicas: por ejemplo, la jugada de un fuera de lugar es muchas veces más rápida que el ojo humano, pero el juez de línea utiliza una serie de asociaciones para justificar su decisión) que fundamentan la regla.  El árbitro, para adicionar mayores dificultades, debe literalmente no interferir con el juego, tomar decisiones rápidas y justas. Vaya problema que tienen los jueces deportivos, cuando la velocidad del deporte, supera  ya a las capacidades humanas.

 


MERLEU PONTY